Tiempo de calidad
En vista de que no podemos incrementar la cantidad de tiempo
que recibimos, la calidad del tiempo se convierte en la única variable. Tu
tiempo es tuyo y no pertenece a nadie más. Sólo tú puedes mejorar la calidad de
tu tiempo. En última instancia, usas tu tiempo como lo deseas.
La forma como usas tu tiempo define quién eres, más aún que
lo que dices, lo que vistes, los amigos que eliges, lo que piensas. Mucha gente
dice algo y hace lo contrario, por ejemplo: mucha gente dice darle importancia
a ser productivo y sin embargo invierte muy poco tiempo en organizarse y en
encontrar maneras de ser más enfocado y eficiente. Tu compromiso para
administrar tu tiempo es realmente un compromiso contigo mismo y con lo que es
importante.
Un aprovechamiento adecuado del tiempo permite disfrutar del
trabajo y su descanso. La autodisciplina significa fuerza de voluntad para
hacer las cosas que deben hacerse antes que las que queremos hacer porque nos
son más fáciles o agradables. Enfrentarnos a los asuntos en vez de posponerlos,
nos dará más tiempo para hacer las cosas. Puesto que es nuestro tiempo lo que
estamos gastando, somos nosotros quienes debemos dominarlo, y no dejar que él
nos domine. Y nadie podrá dominar su propio tiempo mientras no esté primero
dispuesto a dominarse a sí mismo.
El uso de nuestro tiempo es el resultado de cientos de
pequeñas y grandes elecciones cada día, cada hora y aún cada minuto.
Cada semana, contamos con cientos de horas. ¿Cómo
utilizamos dichas horas? Todos podemos beneficiarnos del uso del tiempo.
Debemos analizar objetivamente el uso que le damos a nuestro tiempo. Manejar
nuestro tiempo nos obligará a ser explícitos en cuanto al valor que le damos a
nuestra vida personal y profesional, y nos permitirá dirigir nuestros esfuerzos
en concordancia. Controlar nuestro tiempo nos ayudará a mantener el equilibrio
entre las múltiples presiones bajo las cuales estamos sometidos, facilitándonos
entonces el logro de nuestros objetivos, evitando el estrés y el cansancio.
El líder primero es líder de su propia vida. Para liderar a
otros primero se necesita crecer en el liderazgo de sí mismo: liderazgo
intrapersonal. La perspectiva ancestral de los Proverbios del rey Salomón trae
sabiduría al respecto al referir que mejor es el que tarda en airarse que
el fuerte; y el que se enseñorea del espíritu que el que toma una ciudad. Resultaría
paradójico ver a un líder pretendiendo liderar a otros, inspirar a otros, guiar
las vidas de otras personas, manejar el negocio de otro, encaminar a sus
seguidores hacia una visión organizacional, si él no es el dueño de sí mismo,
si no es capaz de manejar y dirigir adecuadamente sus emociones, si no está a
cargo y se ha hecho responsable de su propia vida, si no tiene su propia
definición de visión y proyecto de vida. En tales condiciones, ¿cómo podrá
liderar a otros?
Los líderes necesitan, pues, aprender a guiarse y
gestionarse primero a sí mismo antes de liderar a otros, lo cual implica
aprender a administrar su tiempo, sus prioridades y sus propósitos. Por sobre
todos los consejos para mejorar su tiempo, siga al menos este: coloque en un
papel muy visible (en su teléfono, computador, etc) con lo siguiente escrito
bien grande: LO QUE ESTOY HACIENDO EN ESTE MOMENTO, ¿ME MUEVE EN DIRECCION
HACIA MIS OBJETIVOS?
Comentario: Habla sobre liderar nuestro tiempo y manejar lo con disciplina para lograr acomodar lo que queramos, habla que tu controlas tu vida y tu tiempo y que tu tiempo no es de nadie mas que tullo.
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